Daños No Económicos

Si te has lesionado en un accidente causado por otra persona, quizá sepas que puedes pedir dinero para las facturas médicas y los salarios perdidos.

¿Pero qué pasa con el dolor que sientes, el estrés y el miedo con los que tratas cada día, o la pérdida de disfrute en actividades que antes amabas? Estos daños no van acompañados de recibos, pero siguen siendo importantes. El dinero que puedes recibir por estas pérdidas personales se conoce como daños no económicos.

Los daños no económicos cubren las formas en que una lesión cambia tu vida más allá de lo que se puede medir con una calculadora. Aunque no pueden borrar lo ocurrido, pueden ayudarte a tener una sensación de justicia y reconocer el verdadero impacto de tu experiencia.

¿Qué son los daños no económicos?

¿Qué son los daños no económicos?

Los daños no económicos pretenden compensarte por los daños que no tienen un precio directo. Mientras que los “daños económicos” pagan cosas como las facturas del hospital y las nóminas perdidas, los daños no económicos pagan el costo personal del accidente.

Pueden incluir:

  • Dolor y sufrimiento: el dolor físico y las molestias continuas causadas por las lesiones.
  • Angustia emocional: sentimientos de ansiedad, depresión, miedo o problemas para dormir a causa del accidente.
  • Pérdida del disfrute de la vida: cambios que le impiden disfrutar de aficiones, deportes, tiempo en familia u otras actividades que antes encontrabas gratificantes.
  • Pérdida de compañía o soporte: si tu lesión afecta a la relación con tu cónyuge, pareja o familiares.
  • Cicatrices o desfiguración: marcas o cambios permanentes en tu cuerpo que repercuten en tu autoestima o en tu vida cotidiana.

Estos daños reconocen que has sufrido algo más que un simple golpe en tu cartera. A menudo, pueden suponer la mayor parte del valor total del reclamo.

¿Cómo se calculan los daños no económicos?

No hay una fórmula sencilla para los daños no económicos, porque el dolor y el estrés de cada uno son personales. En lugar de limitarse a sumar facturas, las compañías de seguros, los abogados y a veces los jurados tienen en cuenta muchos factores, como:

  • Gravedad de las lesiones: las lesiones más graves o duraderas suelen implicar daños no económicos más elevados.
  • Duración de la recuperación: si vas a sufrir dolor, angustia o cambios en tu estilo de vida durante mucho tiempo, tus daños pueden ser mayores.
  • Impacto en la vida diaria: cuanto más te impida tu lesión trabajar, cuidar de ti mismo o disfrutar de actividades, mayores podrían ser los daños.
  • Tu edad y tu salud: una persona joven que pierde muchos años de vida activa, o una persona sana que ya no puede hacer lo que hacía, puede recibir más.
  • Claridad de las pruebas: cuanto más sólidas sean tus pruebas de que has sufrido de estas formas, más posibilidades tendrás de recuperar una indemnización justa.

Algunos abogados pueden utilizar métodos aproximados, como multiplicar tus facturas médicas por un número o asignar una tarifa diaria a tu sufrimiento, para llegar a un punto de partida. Pero solo son orientaciones. Cada caso es diferente.

¿Qué pruebas pueden ayudar a demostrar los daños no económicos?

Como los daños no económicos no tienen precio, debes demostrar cómo te han afectado de otras formas. Algunas pruebas útiles pueden ser:

  • Historiales médicos: muestran el tipo de lesión y los tratamientos que recibiste, ayudando a soportar los reclamos de dolor continuo o angustia mental.
  • Tus propias palabras: contar tu historia sobre cómo la lesión cambió tu vida cotidiana, tu estado de ánimo y tu disfrute es importante.
  • Declaraciones de testigos: amigos, familiares o compañeros de trabajo que hayan visto cambios en tu comportamiento, personalidad o actividades pueden confirmar tus luchas.
  • Opiniones de expertos: los médicos o profesionales de la salud mental pueden explicarte detalladamente tu estado físico o emocional.
  • Diarios: escribir tus niveles de dolor, tus miedos, tus frustraciones o lo que echas de menos hacer puede ayudarte a tener una imagen más clara de tu pérdida.

Al reunir pruebas sólidas y honestas, das a las compañías de seguros o a los jurados una mejor comprensión del verdadero impacto de tus lesiones.

Tu abogado puede ayudarte a decidir si llegar a un acuerdo o ir a juicio. La mejor opción depende de la solidez de tu caso, de lo justas que sean las ofertas y de la paciencia que tengas con el proceso.

Ponte en contacto con un abogado experto en lesiones personales de Dallas para obtener ayuda legal

Saber calcular los daños no económicos puede ser difícil, y demostrarlos aún más. Pero no tienes por qué hacerlo solo. Un abogado experto en lesiones personales de Dallas sabe cómo reunir las pruebas adecuadas, hablar con los peritos del seguro y presentar tu reclamo para que tengas la mejor oportunidad de obtener una indemnización completa.

Si te has lesionado en un accidente y crees que te corresponden daños no económicos, no esperes. Ponte en contacto hoy mismo con un abogado calificado en lesiones personales de Dallas, llamando al (214) 556-8321, o contáctanos en línea. Benton Accident & Injury Lawyers te guiarán en cada paso, responderán a tus preguntas y defenderán tus derechos. Si trabajas con un abogado, tendrás más posibilidades de recuperar la indemnización económica y personal que necesitas para rehacer tu vida.